"El estilo del Sexteto Mayor sobrevive a sus fundadores"
Por iniciativa de dos bandoneonistas, José «Pepe» Libertella y Luis Stazo, el Sexteto Mayor nació en 1973.
En aquella formación original, que recobró el formato orquestal creado por Julio De Caro en la década del '20, estaban además los violinistas Mario Abramovich y Eduardo Walczak, el pianista Oscar Palermo y el contrabajista Osvaldo Aulicino.
Tras consolidarse con el paso de los años, el Sexteto fue sufriendo varios cambios, entre ellos algunos irreversibles.
Sus dos fundadores ya no están: Libertella murió, en plena gira con la formación en Francia, a fines de 2004, y Stazo decidió abandonar el grupo y radicarse en Alemania, donde fundó el trío StazoMayor.
En todo este tiempo fueron figuras centrales de dos espectáculos muy exitosos en todo el mundo: «Tango Argentino» y «Tango Pasión».
Acaban de cerrar el «Festival Buenos Aires Tango», grabaron varios discos, recibieron numerosos premios y se convirtieron en una marca fundamental de la música de Buenos Aires de las últimas décadas.
El Sexteto también ha visto pasar muchísimos nombres a lo largo de su historia.
Podría mencionarse a Walter Ríos, Fernando Suárez Paz, Mauricio Mise, Hugo Baralis, Reynaldo Nichele, Armando Cupo, Oscar Murtagh y Matías González, entre ellos, pero han sido muchos más.
Por estos días su formación incluye a Abramovich y Walczak en violines, Pablo Mainetti y Horacio Romo en bandoneones, Juan Carlos Zunini en piano y Enrique Guerra en contrabajo, y de esta se forma se presentarán mañana y pasado en La Ideal.
Integrante histórico del conjunto, Abramovich es una de sus voces más autorizadas.
Periodista:
Sin Libertella ni Stazo, ¿el Sexteto no arriesga su identidad?
-Mario Abramovich:
No. Hay una marca de estilo permanente. Y, además, quedamos Walczak y yo. A esta altura, casi no me imagino sin el Sexteto Mayor. Haga la cuenta: tengo sesenta años de músico y treinta de ellos han sido con el Sexteto. Fui músico en la orquesta del Teatro Colón durante 16 años y el Sexteto siempre estuvo. Este grupo me ha permitido recorrer el mundo muchas veces, primero con «Tango argentino» y después con «Tango pasión», y he vivido cosas muy importantes. .
P.:
¿Cómo sobrevivieron a las pérdidas?
-M.A.: Han sido muchos los integrantes que, por distintas causas, ya no están. Pero, sin dudas, la muerte de Libertella fue el golpe muy duro. Sobre todo, porque no lo esperábamos. Yo soy el de mayor edad dentro del conjunto, y justamente por eso, porque el trabajo intenso se hace complicado para la salud, no quise viajar a esa gira en la que él murió. No estaba bien del corazón y este tipo de giras tan demandantes no son lo más aconsejable; pero en fin, Pepe vivía para el Sexteto. Era una persona muy carismática, que ejercía una seducción enorme con el público -muchas veces lo aplaudían más que a los bailarines o los cantantes-; era nuestro director pero además era el pilar sobre el que nos sosteníamos.
P.:
¿Entonces, es posible mantener el Sexteto sin Libertella?
M.A.:
El sexteto resiste porque siempre nos hemos preocupado por convocar gente muy calificada para integrarlo. Y en eso no importa la edad; fíjese que ahora son más los jóvenes que los mayores.
P.:
¿Qué es lo que distingue al grupo de otras formaciones?
M.A.:
El secreto del sexteto, a mi criterio, está en el repertorio y en la manera de hacerlo, que ya lleva 34 años. En todo caso, aunque parezca una paradoja, la permanente novedad del sexteto es mantenerse fiel a su estilo, el que le impuso Libertella con sus arreglos y su personalidad. Si se mantiene eso, no importará si están o no los músicos originales; el Sexteto está por encima de todo.
Entrevista de Ricardo Salton
http://www.ambitoweb.com/diario/noticia.asp?id=325499&seccion=Espect%C3%A1culos
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