.Susana Rinaldi“Siento que me están descubriendo”Desde hace tres años que Susana Rinaldi es la vicepresidenta segunda de la Asociación Argentina de Intérpretes Musicales (AADI) y desde su despacho recién inaugurado cuenta, con su descomunal sonrisa, de qué se trata esto de ser ejecutiva.
"Hace diez años que formo parte del consejo de AADI, y me fui interiorizando más en los derechos musicales. Los intérpretes tenemos que tener derechos mayores: sin los artistas, nada es posible. Además, el gran embajador de un país es su música. No sé si acá se dan cuenta de lo que pasa con el tango fuera de nuestro país".-¿Y qué pasa dentro del país? ¿Hay un renacer genuino o es sólo una moda?
-Lo que ocurre con el tango tiene que ver con los sentimientos. Algo que, por pudor o cinismo, no mostramos.
El tango, a través de un violín, un piano, ni qué hablar del bandoneón, está preparado para movilizarnos en cualquier momento. Y en eso le gana al jazz, que para mí es el otro grande de la historia musical
.-Es decir que lo que está pasando con el tango en Buenos Aires va más allá de lo turístico.
-
No es turística la cosa. Por supuesto que cuando llega a Buenos Aires, el turismo aprovecha para ir a rincones temáticos, milongas, pero eso es un divertimento pasajero.Esta pregunta me hace pensar, una vez más, por qué tenemos tanto descreimiento de nosotros mismos, de lo que podemos dar, por qué nos gustamos tan poco.
Y eso se muestra en la música: los argentinos no queremos al tango, lo desestimamos.
-¿Le parece?
--Estoy segura de que nosotros no sabemos, ni queremos saber, lo que pasa con el tango en el mundo.
En eso, somos dignos hijos de italianos: ellos nunca quisieron ser pobres, no quieren que les cuenten estas historias de mal vivir, de bajo fondo, y por eso siempre han rechazado el tango. Aunque, curiosamente, la mayoría de los temas fueron escritos por italianos o hijos de italianos.
Por otra parte, el Estado argentino ha sido tan catolicón que históricamente ha rechazado el tango por ser una canción lasciva, de prostíbulo, marginal, algo que tampoco es tan así.
Acá todo se hace porque la milonga empezó a caminar, porque los chicos vieron que valía la pena no bailar por separado, sino agarrarse una chica de la cintura.
Recién ahí es cuando desde el Estado dicen
"vamos a tener que poner un poco de atención al respecto".Entra
Leopoldo Federico y le Dice: "¡Salió!", le entrega Rinaldi una de las copias de
“
En el underground”
que le acaban de llegar.
-¿Por qué eligió esa canción para el título? ¿Todavía se siente en el underground?
--Siempre. Siempre me consideré bastante extranjera en mi propia casa.
Cuando yo empecé a cantar, venía del mundo del teatro, y me decían cancionista en lugar de cantante.
Me sentía mal, porque me había recibido en el Conservatorio Nacional de Música.
Ahora cuando quieren ser peyorativos dicen tanguero o tanguera.
-¿Por qué negar que uno sabe cantar, que sabe afinar? -Porque canta tango.
-¿Cuál es el sentido de grabar tangos clásicos como "Garúa" o "Nieblas del Riachuelo"?
--A mí me siguen conmoviendo. En el auto, yo tengo puesta Radio Clásica, pero de repente cambio a la 2x4.
Yo soy eso: me hace bien saltar de temas para hacer una confrontación. Si pudiera, yo experimentaría todo el tiempo .
-Eso explica "Experimentango", el disco inmediatamente anterior a "En el underground". ¿No le generó una contradicción grabar tango electrónico?
--
A mí se me respetó una objeción que yo puse: de la música electrónica, detesto que samplean todo el tiempo la voz. Tienen necesidad de desfigurar lo único que no necesita desfiguración. Entonces puse la condición de que no modificaran digitalmente mi voz, y lo hice.
Esta experiencia me da juventud, me acerca a mucha gente que nunca me escuchó. Que no sabía quién era Susana Rinaldi, y se llevan la gran sorpresa de la voz.
Hay tantos que creían que yo era nada más que una leyenda, que yo no cantaba más...
-¿En serio?
-Cuando yo me voy del país, me voy con una crítica excepcional que me hizo La Opinión, que decía "
En Buenos Aires ha nacido una leyenda", firmada por Timerman.
Eso, y el hecho de que yo había inaugurado algo que no existía, el unipersonal con tango, donde el público iba a hacer una catarsis, me valió el ostracismo.
Cuando vino lo que yo llamo el mal momento de nuestra historia contemporánea, empezaron a tirarme de una manera escandalosa. Se dijeron cosas gruesas, vacías de contenido, prejuiciosas.
Cuando vuelvo, con la democracia, la mayoría del público se había quedado con la idea de que yo era una señora a la que le había convenido irse a cantar a Europa.
Ahí comenzó una historia de distanciamiento. Ahora siento que la gente me está descubriendo.
Gaspar Zimerman. CC
http://www.losandes.com.ar/nota.asp?nrc=378106&can=55Discos complementarios y antagónicos
Con
Experimentango y
En el underground, Susana Rinaldi lleva 38 discos grabados en sus 40 años de trayectoria.
Experimentango, editado por la revista D'mode, consiste en la revisión, desde la electrónica, de tangos ultraclásicos (El choclo, Mi Buenos Aires querido, El día que me quieras, La cumparsita, Uno, Caminito), además de tres creaciones de Guillermo Piccolini, productor asociado del disco y encargado de los arreglos, los teclados y las programaciones.
Es un experimento interesante, con la voz de Rinaldi moderada, diciendo más que cantando.
"Yo no imaginaba —cuenta— que finalmente alguien lo iba editar para Argentina o América Latina; pensé que iba a quedar como un disco limitado a España o el resto de Europa.
Me lo propuso Alejo Stivel, a quien conozco desde que tenía seis años, porque era una gran amiga de sus padres (David, el padre, era el productor de programas legendarios de televisión, como Cosa juzgada).
Aceptó el pedido que le hice, de no modificar la voz, al punto de que en el disco hay una poesía de Hermes Villordo, Vamos todavía, a la que Piccolini le creó una música electrónica para apoyar la palabra y nada más que la palabra. Y es uno de los momentos más fuertes del disco".
La canción que le da nombre a
En el underground es una creación de Eladia Blázquez —con música de Horacio Malvicino— que permanecía inédita.
Además de otras dos composiciones de Blázquez como La soledad y Milonga para Santiago el disco incluye tangos tradicionales como Garúa, Nieblas del Riachuelo, Martirio o Yuyo verde.
También hay dos temas compuestos por la propia Rinaldi: Compañeros del alma (con Juan Esteban Cuacci) y Y París que vuelve (con Juan Alberto Pugliano).
Ella lo ve como un desafío: "En estos tiempos en que la industria discográfica se fue al cuerno, hacer este disco es casi una osadía"..