Germán Marcos en Fractura Expuesta Radio Tango
(Lunes 22 de diciembre de 2008 por AM 530)
Publicado originariamente en www.fracturaexpuesta.com.ar

Aprovechamos el fin de año y proponemos un repaso sobre algunos de los hechos más trascendentes que atravesaron el día a día de la música popular de la Ciudad de Buenos Aires y del Río de la Plata.

En el verano del año pasado, con la asunción de Mauricio Macri al Gobierno de la Ciudad, se anunció el corrimiento de mes del Festival de Tango que llevaba 9 años realizándose durante febrero, atado a la finalización del Carnaval de Río de Janeiro. Otra vez con eje excluyente en el turismo internacional, la fecha se modificó, según se argumentó, para favorecer a los turistas que se toman vacaciones durante el verano en el hemisferio norte.

En consecuencia, la fiesta que se armaba con la milonga al aire libre en el mes de febrero quedó en el olvido. Se prometió que el baile tradicional que cerraba el Festival quedaría establecido para cerrar el ciclo de espectáculos culturales del verano. Finalmente, se lo pasó para mayo, pero no solo estaba “un poquito fresco” para bailar en la calle sino que la promoción fue casi nula y pocos porteños se enteraron del evento.

En marzo, la industria discográfica destacó con el Premio Gardel a la “Revelación Tanguera” (precisamente “Mejor Álbum Nuevo Artista de Tango”) a Soledad Villamil, por su disco “Canta”. Asimismo, Bajofondo Tango Club ganó la terna de “Mejor Disco de Tango Electrónico” con la placa “Mardulce”.

También en marzo, el grupo platense La Guardia Hereje comenzó el ciclo “Tango Criollo Club” que condujo a la Ciudad de La Plata a las “nuevas expresiones, música argentina post crisis, urbana, barrial, folk, alternativa, independiente, tradicional, embrionaria” o, básicamente, lo que está sonando en el “under porteño”. En agosto, el ciclo abrió su sede en el barrio de Almagro y continuará durante 2009 con las mismas intenciones.

En abril, se conocieron los primeros problemas de gestión del Gobierno de la Ciudad, particularmente en la Dirección General de Música. Con la paralización de las actividades de las orquestas oficiales, entre ellas la de tango, los músicos realizaron un concierto de protesta sobre la Avenida de Mayo que no causó “caos en el tránsito”. Los trabajadores denunciaron el vaciamiento del área y exigieron la renuncia del director Luis Cardelichio.

Finalmente, la Filarmónica y la Orquesta de Tango pudieron retomar su trabajo con las condiciones laborales preexistentes.

En mayo, el INADI emitió un dictamen a favor de la música en vivo al considerar discriminatoria la petición de permisos especiales para subir a un escenario. La resolución fue un gesto político más en la búsqueda de reglas claras para la actividad musical que todavía sigue golpeada por el incendio de Cromañon.

También en mayo se entregaron en Montevideo los Premios Grafitti a los artistas uruguayos, similar en envergadura a los Premios Gardel pero con un jurado no solo conformado por la industria discográfica. En el rubro “tango”, el disco “Paquetito de Tangos” de la argentina radicada en Uruguay Mónica Navarro, fue elegido el disco del año.

En junio se separaron las Orquestas Típicas Cerda Negra y Fervor de Buenos Aires. Ese mismo mes el Centro Cultural de la Cooperación lanzó el ciclo “Tango de Miércoles” que programa a artistas que incluyen en su repertorio composiciones propias o nuevas. El ciclo, según se sostiene desde el Departamento La Ciudad del Tango, busca que los músicos estrenen sus nuevos aportes en ese espacio y que el público, parte fundamental del acto de la música, asista con los oídos abiertos a las novedades. También continuará el año entrante.

En julio, el ciclo “El tango vuelve al Barrio” cumplió su primer año de llenos totales en el Bar El Faro de Villa Urquiza. En sintonía con el “Tango Criollo Club”, este ciclo organizado por el cantor “Cucuza” Castiello abrió otro espacio para que músicos emergentes puedan desarrollarse e interrelacionarse.

Agosto fue bautizado como el “mes del tango” ya que Festival y Mundial se realizaron en conjunto. Si bien los números oficiales de asistencia de público dicen ser similares a los de años anteriores, la imposibilidad de realizar espectáculos al aire libre circunscribió al público a salas relativamente chicas, generando que muchísimos aficionados al tango se quedaran afuera. Asimismo, la concentración de los espectáculos en la sede de Harrods, en el microcentro porteño, dejó escaso margen para los barrios y solo San Telmo, Once y Boedo tuvieron programación oficial.

En paralelo, la Casa del Bandoneón aprovechó el Festival y recolectó miles de firmas para lograr la “Declaración de Patrimonio Cultural del bandoneón” con el objetivo de proteger al instrumento de la desaparición y del encarecimiento ante la escasa oferta. El panorama actual revela que los nuevos músicos tienen muchas dificultades a la hora de comprarse un fueye ya sea para perfeccionarse o para aprender a tocarlo.

En septiembre, trabajadores del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad realizaron un acampe para denunciar y evitar un vaciamiento en el área de cultura.
Comunicaron a la opinión pública los problemas de una decena de espacios y programas culturales. Daniel Conte, representante del Programa Cultural en Barrios recalcó ante estos micrófonos que “el Estado no puede estar pendiente de que haya un festival durante una semana y descuidar toda la actividad cultural para el resto del año”.

En octubre se desató la crisis económica mundial que en materia de tango afecta directamente a la afluencia de turismo. Se estima que para el 2009 el flujo turístico descenderá un 25 por ciento. Según declaraciones del Jefe de Gobierno Mauricio Macri, “el tango es la soja porteña” y ratificó que la actividad sigue recaudando 400 millones de pesos al año. No obstante, las condiciones laborales en general de los músicos que participan en las casas for export son denigrantes, con una participación ínfima en las fastuosas ganancias, sin francos ni derecho a licencias. Cualquier comparación del tango con la soja no es coincidencia (Sugerencia de lectura: editorial “Mi Tango no es Positivo: Retenciones para el tango for export”).

Noviembre tuvo, en el Día de la Música, una Jornada Nacional de Reflexión sobre la actividad musical en el país. Organizada por la Unión de Músicos Independientes (UMI), se buscó canalizar la participación de los artistas de las distintas provincias en torno a la nueva Ley Nacional de la Música que ingresará próximamente en la Cámara de Diputados.

Asimismo, grupos como Los Hermanos Butaca, La Quimera del Tango y Violentango comenzaron sus propios ciclos donde también abren el espacio a otros colegas de la movida rioplatense.

A principios de diciembre y en la semana donde se conmemoró el Día Nacional del Tango, se realizaron muchísimas actividades y conciertos populares. Pero, en particular, la Asociación de Patrocinadores del Turismo, la Hotelería y la Gastronomía junto con la Academia Nacional del Tango, realizaron una gran milonga al aire libre, con tres escenarios y 12 grupos que “por amor al tango” no cobraron un solo peso. Fueron los únicos que no vieron un billete ya que los técnicos de sonido, editores de televisión, camarógrafos, seguridad y todos los restaurantes de la Avenida de Mayo cobraron, como corresponde, por su trabajo realizado.

Finalmente el 22 de diciembre, en el plenario público final de 2008, la Academia Nacional del Tango acaba de entregar los premios “Gobbi de Oro” a “algunas personalidades con mérito para ser reconocidos por la Academia”. Entre ellos, el Ministro de Cultura Porteño Hernán Lombardi y el organizador de la gran milonga al aire libre, el diputado nacional Dante Camaño.

En lo que atañe a este grupo de trabajo, los primeros días de enero cumpliremos un año en esta emisora y estamos muy felices porque, a pesar de todo, cada vez somos más los que nos organizamos y nos embanderamos bajo un concepto distinto sobre qué tango somos y qué tango queremos.