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Roberto Goyeneche
Roberto Goyeneche
Enviado porJuan Carlos Ocaña
Periodista de Bahia Blanca
Prov. de Buenos Aires
Argentina
AMABA AL TANGO COMO NINGUNO
"El tango me dio todo y yo
al tango le di la vida...
Goyeneche
Recorrer los tramos de la trayectoria de Goyeneche supone encontrarse con algunos de los nombres históricos del tango:
sus comienzos con Horacio Salgán,
su paso definitorio por la orquesta de Troilo,
sus grabaciones con Pontier,
con Baffa-Berlingieri,
con Atilio Stampone o
con Raúl Garello, o quizás su compromiso último
con Néstor Marconi.
Alguna vez fue dueño de una voz intacta, colorida, sensual y pastosa.
Sus registros de aquellos años son sencillamente irrepetibles y forman parte de lo más selecto de cualquier antología.
Roberto Goyeneche "ciudadano ilustre de los cien barrios porteños",
--título que le fuera conferido el 24 de noviembre de 1989--
"es capaz --según Jorge Gottling--
de sumir en la angustia a cualquier persona con sólo cantar la guía telefónica.
Hay que verlo golpear el piso en cada tango con el pie de la exasperación, para creer que ama al tango como ninguno..."
Su autor preferido fue Homero Expósito, y se le murió... "Enrique Cadícamo también es bárbaro --dice el "Polaco"-- pero es medio antiguo"...
Y Goyeneche, el hombre que le sacó brillo a la música ciudadana, afirmaba que
"al tango hay que mamarlo, y tiene que haber calle, mucha calle..."
Y así se ganó a Buenos Aires, a la que siempre volvió una noche...
Goyeneche le cantaba al amor, fumaba medio atado de cigarrillos por día,
y la única bebida que tomaba era Hesperidina...
Era feliz porque decía tener un hogar bien constituido y un gran regalo que le dio la vida: los nietos.
No le gustaban los tangos de "la mina que se pianta" o del "macho que le da la biaba".
No, señor...
Le gustaba "Naranjo en flor"...
"Gardel inventó el tango y nosotros lo seguimos", solía decir el "Polaco" a todo aquel que lo quisiera escuchar.
Y Goyeneche consumó su estilo definitivo.
Como decía Enrique Francini de Gardel,
"Goyeneche tiene la melodía flotándole en el umbral de la boca", y es gardeliano, además,
--según Horacio Ferrer-- en eso de sonsacarlo al tango por el entrefilo de los dientes, como para morderlo sin lastimarlo, pero como picaneándolo con el amague para erizarle los pelos del lomo al tango..."
Goyeneche fue un fenómeno sin respuesta,
que lo acerca a la entrañable mitología de Buenos Aires.
Su herencia está constituida por más de cien discos larga duración y más de 2000 temas en su repertorio.
Goyeneche seleccionó lo mejor de los mejores... Y cuando a ese inteligencia se le adosa talento, se provoca una reacción alquímica en la cual no se sabe ya si los poetas inventan a los cantantes o los cantantes inventan a los poetas.
Antes de que termine el siglo muchos recordaremos con nostalgia la poesía tanguera de las noches porteñas.
Pasarán por nuestras mentes el humo, los olores y el sentimientos que encerraban las paredes de los lugares donde se enseñoreaba el tango.
Y tal vez, sin saberlo, estaremos hablando del "Polaco" Goyeneche, aquél que nació un 29 de enero de 1926 y se nos fue para no regresar, el 27 de agosto de 1994...
¡Chau, Polaco...!
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AMABA AL TANGO COMO NINGUNO
"El tango me dio todo y yo
al tango le di la vida...
Goyeneche
Recorrer los tramos de la trayectoria de Goyeneche supone encontrarse con algunos de los nombres históricos del tango:
sus comienzos con Horacio Salgán,
su paso definitorio por la orquesta de Troilo,
sus grabaciones con Pontier,
con Baffa-Berlingieri,
con Atilio Stampone o
con Raúl Garello, o quizás su compromiso último
con Néstor Marconi.
Alguna vez fue dueño de una voz intacta, colorida, sensual y pastosa.
Sus registros de aquellos años son sencillamente irrepetibles y forman parte de lo más selecto de cualquier antología.
Roberto Goyeneche "ciudadano ilustre de los cien barrios porteños",
--título que le fuera conferido el 24 de noviembre de 1989--
"es capaz --según Jorge Gottling--
de sumir en la angustia a cualquier persona con sólo cantar la guía telefónica.
Hay que verlo golpear el piso en cada tango con el pie de la exasperación, para creer que ama al tango como ninguno..."
Su autor preferido fue Homero Expósito, y se le murió... "Enrique Cadícamo también es bárbaro --dice el "Polaco"-- pero es medio antiguo"...
Y Goyeneche, el hombre que le sacó brillo a la música ciudadana, afirmaba que
"al tango hay que mamarlo, y tiene que haber calle, mucha calle..."
Y así se ganó a Buenos Aires, a la que siempre volvió una noche...
Goyeneche le cantaba al amor, fumaba medio atado de cigarrillos por día,
y la única bebida que tomaba era Hesperidina...
Era feliz porque decía tener un hogar bien constituido y un gran regalo que le dio la vida: los nietos.
No le gustaban los tangos de "la mina que se pianta" o del "macho que le da la biaba".
No, señor...
Le gustaba "Naranjo en flor"...
"Gardel inventó el tango y nosotros lo seguimos", solía decir el "Polaco" a todo aquel que lo quisiera escuchar.
Y Goyeneche consumó su estilo definitivo.
Como decía Enrique Francini de Gardel,
"Goyeneche tiene la melodía flotándole en el umbral de la boca", y es gardeliano, además,
--según Horacio Ferrer-- en eso de sonsacarlo al tango por el entrefilo de los dientes, como para morderlo sin lastimarlo, pero como picaneándolo con el amague para erizarle los pelos del lomo al tango..."
Goyeneche fue un fenómeno sin respuesta,
que lo acerca a la entrañable mitología de Buenos Aires.
Su herencia está constituida por más de cien discos larga duración y más de 2000 temas en su repertorio.
Goyeneche seleccionó lo mejor de los mejores... Y cuando a ese inteligencia se le adosa talento, se provoca una reacción alquímica en la cual no se sabe ya si los poetas inventan a los cantantes o los cantantes inventan a los poetas.
Antes de que termine el siglo muchos recordaremos con nostalgia la poesía tanguera de las noches porteñas.
Pasarán por nuestras mentes el humo, los olores y el sentimientos que encerraban las paredes de los lugares donde se enseñoreaba el tango.
Y tal vez, sin saberlo, estaremos hablando del "Polaco" Goyeneche, aquél que nació un 29 de enero de 1926 y se nos fue para no regresar, el 27 de agosto de 1994...
¡Chau, Polaco...!
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Goyeneche tiene tres registros grabados en vivo con Carlos Buono
que creo que no son muy conocidos:
Desencuentro - Roberto Goyeneche.mp3
El motivo - Roberto Goyeneche.mp3
La última curda - Roberto Goyeneche.mp3
Link:
y por Carlos Buono y su Orquesta tenemos:
Selección de Tangos 01
Selección de Tangos 02
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