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viernes, 10 de agosto de 2007

Beba Pugliese - En Vivo - Club Almagro - Música para Bailar
















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Beba Pugliese


Beba Pugliese, su hija, recibe a Primera Página en la intimidad de su hogar de Almagro y nos habla de su padre, Osvaldo Pugliese, de su familia, de un hombre que pateó nuestro barrio, los barrios porteños y el mundo, un hombre que continuó pateándolo día a día, a través de su obra: la música de Buenos Aires, un hombre humilde y grande al mismo tiempo.

Al comenzar el reportaje, Beba nos cuenta de su infancia,
de su mamá muy católica y de su papá que era un hombre
de ideas diferentes y no creía en la religión.

"Papá fue un luchador -nos dijo-, un hombre de una gran capacidad de trabajo y de una firmeza ideológica incombatible".

Creó el Sindicato Argentino de Músicos, porque en esa época trabajaban sin horarios, sin vacaciones, se les pagaba una miseria.

Organizó la primera huelga en los piringundines e incluso se ocupó de las prostitutas,
que estaban terriblemente explotadas.

Fueron años de lucha y de persecuciones siempre por lograr reivindicaciones para el trabajador.

La policía venía seguido a la casa y jamás su esposa le dijo:

Dejá la política, no lo acompañaba, pero respetaba sus ideas.

Su educación fue, por parte de su padre, de formación revolucionaria, y del lado de su madre, creyente, pero -afirmó- ninguna de las dos partes separó a la otra.

Al preguntarle sobre los comienzos del Maestro, Beba relató que comenzó a tocar a los 16 años con Paquita Bernardo, continuó como pianista en los cines mudos, también hacía la limpieza y le daban 20 "chirolas" con las que alguna vez se veía una película o se las daba a su madre.

Se levantaba a las 4 de la mañana y cuando nadie lo veía, sacaba los tachos de basura, tiraba la basura en la calle y vendía los cajones.

Más tarde continuó tocando en cafés y luego Pedro Laurenz lo llevó a la orquesta de De Caro.

La música estaba en su casa, de niña con su padre, programaban lo que escucharían después del almuerzo, por lo general, las sinfonías de Beethoven, del que eran ambos entusiastas admiradores.

Familia de músicos, por los dos lados, su abuelo tocaba la flauta en el sexteto de Pocholo,
sus tíos tocaban violín, su tía, pianista.

En su casa de Alvares Thomas 1467, Pugliese hizo la mayoría de sus obras. Allí pudo ver a Ruggero, de pantalones cortos ensayando con su padre.

Antes de su matrimonio, el Maestro creó el tango "Amargura", el que posteriormente se re-bautizó con el nombre "Para la Beba", al nacer su única hija.

Beba recordó que su padre siempre decía:

Tres cosas buenas pasaron en 1936:
la Revolución española; los acontecimientos de esa revolución que lo llevaron a su afiliación al Partido Comunista y el nacimiento de su hija.

Al morir su compañera de toda la vida (año 1971), Pugliese se encontraba en Norteamérica para los festejos del 9 de julio, la noticia y el impacto que le causó resintió su oído del que nunca se recuperó totalmente.

Cuando contaba con 68 años (1973) se mudó, primero a Pasteur y Rivadavia y posteriormente a Mario Bravo y Corrientes.
Pasaron los años en que se veían, según el tiempo que ambos disponían, y Beba observaba cuánto daño le hacía a su papá el compromiso y la exigencia de los viajes al exterior, el intenso trabajo del escenario y los continuos reportajes a los que él no tenía ganas de responder, él necesitaba descansar y no lo hacía.

Tocaba de cuando en cuando, pero prefería menos compromisos.
Al preguntarle por la orquesta de Pugliese y de que ella podría estar en lugar de su padre, Beba contestó:

"Yo tengo lo mío, mis propios arreglos, no sólo para mí, sino para el trío, el sexteto, la orquesta y los 11 músicos que alguna vez fuimos, aunque soy hija de mi padre, musicalmente soy Beba Pugliese y soy reconocida desde el primer día que bajé una tecla en el piano".

Nos describió sus estudios como pianista clásica; y sus diez años de perfeccionamiento con el Maestro V. Scaramuzza.

Comenzó en 1974, cuando le ofrecieron hacer arreglos para "Prohibido pisar el Tango", jamás había tocado un tango, lo hizo y funcionó.

Varios amigos le insistieron en que se dedicara a tocar tangos, la idea quedó rondando y un día se puso a trabajar en "Qué noche" de A. Bardi, comenzó a descubrir tonos y a encontrar un manantial de riqueza del que no pudo volver atrás.

En 1977, fue invitada por la Cooperativa "Dante Alighieri", a tocar en homenaje al Maestro Piana, tembló toda la noche hasta que, como cierre interpretó "Qué noche" y "Malandraca", fue una ovación.

Mas tarde surgió un programa con Larrea, donde ya preparó todo un repertorio.

Su papá que estaba en Mar del Plata, la escuchó y cuando la llamó a su casa le dijo:

"Está bien, seguí en esa misma línea, con esa fuerza, no te retires de la milonga, del ritmo -y agregó-: Vos la nota ponéla en cualquier lado, hasta que suene bien, sino sacala".

Hablando de sí misma, Beba nos impactó con esta reflexión:

El talento es fundamental, pero más es el esfuerzo,
si no se pone el 90% de esfuerzo, no se llega a ninguna parte.

El talento ayuda a desarrollarse, cuando se tiene la posibilidad de desarrollarlo, después todo es esfuerzo para poder seguir luchando, para poder seguir ofreciendo cosas, porque uno siempre tiene que dar examen para todo y cuando llega el momento de las gratificaciones, los compromisos son mucho más grandes, no sólo para satisfacer sino para poder ser merecedor de esa gratificación.

En relación con la ausencia de música de tango o folklore en las radios y T.V., Beba manifestó: "Lo que crea el pueblo, nunca podrá perderse, nosotros, como maestros y pedagogos también formamos herederos para que continúen, para que nuestra música no muera, siempre va a haber nuevos brotes.

Miguel E. Germino - Marta B. De Saíni
Publicado en PRIMERA PÁGINA - Nro. 26 -
Diciembre de 1995.


Temas

01 - La cachila.mp3

02 - Recuerdo.mp3

03 - Arrabal.mp3

04 - Tinta roja.mp3
05 - Tengo Miedo.mp3

06 - Vendras alguna vez.mp3

07 - Retoños.mp3

08 - Viejo rincon.mp3

09 - Mi regalo.mp3

10 - Malandraca.mp3

11 - Hoy por hoy.mp3

12 - No puedo olvidarte.mp3

13 - Mala junta.mp3

14 - De puro guapo.mp3


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José Bragato - Biografía

.José Bragato - Biografía


Hugo Gregorutti



Latinoamérica valora en José Bragato, virtuoso músico de origen italiano, el rescate de la música nacional clásica y popular y su ayuda desinteresada para difundir el cancionero folclórico, por ejemplo, regalando partituras a jóvenes melodistas.

Mantuvo estrecha vinculación con Astor Piazzolla, Alberto Ginastera, entre otros ilustres.

Bragato nació en Udine (Venecia Giulia) el 12 de octubre de 1915, entre ebanistas y músicos.

Un hobby encabezado por su padre Enrico, flautista de vocación, el inefable Nonno de la numerosa familia, que en 1928 se vino a la Argentina.

Asentaron sus reales en el barrio de Saavedra, donde la gran inundación del año 1930 puso a prueba su temple, ya que prácticamente perdieron todo, piano incluido.

CENTRO DE REUNIÓN.

En 1937 inició su carrera profesional, y con el tiempo, el lugar de encuentro fue la casa donde actualmente reside su hija, Elsa Bragato -profesora en letras, periodista y ejecutante del violoncello-, que cuenta historias de vida.

“Nuestra casa era el sitio donde se reunían Astor Piazzolla, mi padre y cuanto músico llegase a estas tierras”, afirma Elsa y agrega:

“Allí Astor probaba sonidos, acordes, intercambiaba ideas con mi padre y, seguramente, debieron surgir muchos de los cambios en el tango que ya bullían en su cabeza.

Se hablaba del nuevo tango y del lío que iban a armar. Allí pergeñaron el Octeto Buenos Aires, un tango para escuchar, de vanguardia, diferente, como contrapartida al tango bailado.

Era un lugar sagrado donde sólo mi madre tenía acceso para servir su rico café a la italiana”.

Sintetizando aquella idea de avanzada, Elsa Bragato define:

“Si lo analizamos a la distancia, no se equivocaron en la locura del Octeto Buenos Aires; hoy coexisten el tango bailado y el de cámara. En ambos casos, siempre deleitan.

Y, como paradoja, Julio Bocca suele coreografiar y bailar los tangos de Piazzolla”.

SOLICITADO.

Mientras cundían esas ideas reformistas, José Bragato tocaba violoncello en las orquestas del Teatro Colón, la de Canal 13 (fue cofundador), en el Primer Cuarteto de Cámara del Tango Leo Lipesker y como director de las estables de radios Del Estado y Belgrano, entre varias más.

Fue solista de la Filarmónica de Buenos Aires e integró orquestas relevantes de tango, como Francini-Pontier, Fresedo y tantos otros directores que lo requerían para las grabaciones (Troilo y Stampone, entre ellos), por ser prácticamente irreemplazable en dicho instrumento.

Ante tal virtuosismo, las típicas de entonces dieron identidad al cellista, como solista a la par del violín, a partir del surgimiento de José Bragato como primero y notable ejecutante.

RELACIONES.

Paralelamente, se vinculó con músicos populares argentinos y paraguayos, constituyéndose en un gran difusor de los géneros regionales.

Aunó a esas actividades la de compositor; también fue cellista de los mejores cuartetos de cámara del país y del afamado Cuarteto Pessina, considerado la quinta esencia de la música de cámara latinoamericana.

Folcloristas argentinos como Sergio Villar, Andrés Chazarreta y Montbrúm Ocampo le deben a José Bragato muchas de sus partituras, con las cuales pudieron registrar sus melodías.

Además, nunca dejó de escribir, de participar de cuanto evento cultural musical hubiera en Buenos Aires y de recorrer el mundo, llegando a la Unión Soviética con el tango.

PIAZZOLLIANO.

Al armar en 1954 el Octeto Buenos Aires, que revolucionó el tango, José Bragato se constituyó en un fervoroso admirador y gran amigo de Piazzolla, cerrando la parábola de vida del famoso bandoneonista en 1989, cuando pasó a formar el SexTet Tango, última agrupación de Astor.

El hijo del compositor, Daniel Piazzolla, así lo recuerda:

“Mi viejo y José vivieron una de las más bellas amistades musicales que uno tenga idea. Muchísimas veces discutieron, como tanos que eran, tal vez por un puntillo, una corchea o un silencio mal puesto. Pero fueron leales el uno con el otro. Como hermanos. Y cuando sabía que estaba cerca su final, le dijo a Bragato que transportara todas las composiciones porque iba a armar el SexTet y lo quería a él en lugar del violín”.

Hay un memorable programa grabado en la BBC de Londres, donde Piazzolla une el sonido de su bandoneón con el violoncello de José Bragato, en su bellísima melodía Adiós Nonino.

INFLUENCIA.

Elsa Bragato cuenta que el temperamento arrollador de Piazzolla trastocó para siempre la vida de la familia, así como la trayectoria de su padre, quien prefirió seguir el rumbo nuevo de ese tango. Y se dedicó a recuperar las melodías del autor de Balada para un loco, y a transformarlas en obras para tríos y dúos, contribuyendo como nadie a la difusión de esa música.

Piazzolla le dedicó el tema Bragatísimo, grabado por el autor y el cellista con el Nuevo Octeto, en Montevideo.

ENTRE FAMOSOS.

Desde 1983 José Bragato está al frente del archivo de Música de Cámara Popular y Culta de Sadaic. Ha recopilado más de 3000 obras de compositores argentinos, que difunde entregando partituras en forma gratuita. Un servicio social a la comunidad argentina y al mundo.Sus últimas actuaciones como cellista fueron a los 81 años, siendo solista de la Orquesta de Tango Juan de Dios Filiberto, en tanto que su último solo internacional lo hizo en el Radio City de Nueva York, integrando la orquesta de Atilio Stampone, con el ballet de Julio Bocca.

Superó el récord del gran Pablo Casals, que solo retomó el cello a los 80 años como gratitud, ante un agasajo de las Naciones Unidas poco antes de morir.

En su vinculación con grandes violoncellistas internacionales conoció a Yo Yo Ma, a quien le hizo escuchar los temas de Piazzolla. Y fue así como el descendiente chino llegó a Soul of Tango (Alma de Tango), donde agradeció la desinteresada colaboración del maestro Bragato.

A su vez, Cristine Walevska, también radicada en Nueva York, se relacionó con su colega argentino, quien le dedicó Milontan, incluido con otros temas de Bragato en sus actuaciones en el Carnegie Hall.

ACTIVA VEJEZ.

Ya pasados los 90 años, José Bragato continúa con su actividad de compositor y arreglador, valorizado en el ámbito cultural como uno de los grandes de la música ciudadana en Europa y Estados Unidos, donde se graban sus tangos clásicos y sus arreglos para conjuntos de cámara.

La editorial Tonos de Alemania, gestionó en Buenos Aires en el 2001 sus obras y arreglos, dada la circulación que tenían en Europa.

Su obra Graciela y Buenos Aires forma parte de la literatura musical del violoncello en Universidades alemanas y de otros países.La producción del maestro José Bragato da para mucho más. Su vida ha sido diversa, rica, intensa, constante, conservando siempre su perfil bajo.

Quizás esta sea una de las razones por las que no ha trascendido en su propia tierra, en la medida que sí lo ha conseguido en buena parte del mundo.

Para destacar

Reconocimiento: Durante su forzado exilio en Porto Alegre, José Bragato integró conjuntos de cámara de la Universidad de Natal, donde se le dio un título honorífico (similar al de Doctor Honoris Causae) por su aporte a la cultura de Brasil.

En 1999, Sadaic le otorgó el premio Francisco Canaro a la Trayectoria.

Similar reconocimiento le brindó ese año el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

También ha recibido el premio Astor Piazzolla y ha sido distinguido como referente exclusivo de la vanguardia del tango junto con Atilio Stampone.

En el año 2002, el Cuarteto Amazonia de Brasil, ganó el premio Grammy al mejor CD de música clásica, denominado Adiós Nonino, y todos los arreglos son de José Bragato.

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