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sábado, 10 de marzo de 2007

Alfredo Zitarrosa - Antología

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RBerdi: El Diario del Tango esta autorizado por la Comisión de Cultura de la Legislatura de la Ciudad de Bs.As.para publicar sus notas.




--Alfredo Zitarrosa

http://www.fundacionzitarrosa.org/biografia.htm




Alfredo Zitarrosa, nació en Montevideo, Uruguay, el 10 de marzo de 1936.

Su vida en una zona rural del país hasta su adolescencia, influye notoriamente en lo que será su repertorio, esencialmente de raíz campesina.

Se inicia como cantor profesional en el Perú, en 1963, cuando a instancias de un amigo suyo se presenta en un programa televisivo de la ciudad de Lima.

Durante su viaje de regreso al Uruguay, canta en un programa radial de la ciudad de La Paz, Bolivia.

Hasta entonces se había desempeñado como periodista y locutor radial, trabajando en varias emisoras de Montevideo.

Más tarde sería un brillante cronista del célebre semanario “Marcha”, dirigido por Don Carlos Quijano.

La difusión radial sorpresiva de algunas canciones que había grabado a instancias de sus amigos, compañeros de labor, caló hondo en el público oyente, identificado profundamente con su canto, que parece encontrar en Zitarrosa una voz honesta y una forma de cantar “a lo uruguayo”, que da comienzo a una relación que no quebrará ni la propia muerte.

Su debut como cantor profesional en Montevideo, tuvo lugar en el auditorio del SODRE (Servicio Oficial de Difusión Radioeléctrica) en 1964. Su primer disco publicado, “Canta Zitarrosa”, abrió el camino de la difusión de la música nacional de este género en su tierra, compitiendo en ventas con el fenómeno popular de la época: los “Beatles”.

Fue un militante defensor de los derechos de los artistas nacionales y de la producción de estos, como las de Viglietti, Los Olimareños, Capella, Palacios, entre otros, representativos como él del sentir nacional.

Desde 1965 hasta 1988 grabó aproximadamente cuarenta discos larga duración, en diferentes países, fundamentalmente en Uruguay y Argentina. Recibió en vida innumerables distinciones y premios, aparte de la permantente marca en ventas discográficas, entre las que se destaca la Condecoración con la Orden ‘Francisco de Miranda' por parte del presidente de Venezuela en 1978.

Debido a su militancia política su canción es prohibida en Uruguay a partir de las elecciones de 1971 (prohibición que se consolida con el establecimiento de la dictadura cívico-militar el 27 de junio de 1973).

Con el recrudecimiento de la persecución, habiendo sido convencido de que su canto sólo sería útil a la causa del pueblo desde fuera, debe salir al exilio en 1976, primero rumbo a Argentina, hasta el comienzo de la dictadura militar en aquel país, hasta que debe partir (por la misma causa que del Uruguay) para radicar en España donde estuvo residiendo hasta abril de 1979.

Desde ese momento vivió en México, donde aparte de cantar, desarrolló actividades periodísticas en el diario “Excelsior” y en “Radio Educación” con su programa “Casi en privado”.

Durante este período, a pesar de ser reconocido por él mismo como el menos creativo debido al dolor por el desarraigo, graba y edita varios discos en España, México y Venezuela. Asimismo participa activamente de diversos festivales internacionales, como abanderado de la lucha a favor de la libertad del pueblo uruguayo y de otras naciones oprimidas por gobiernos de corte fascista, y como referente ineludible del canto popular uruguayo y latinoamericano.

Levantada la prohibición de su canto en Argentina en 1983, es contratado para realizar un recital en ese país, oportunidad que es aprovechada por Zitarrosa para acercarse a su tierra, pasando a residir en Buenos Aires, hasta el momento que fuera posible su regreso al Uruguay.

Allí realiza –entre otras- una memorable actuación en el estadio de Obras Sanitarias, donde al presentarse ante el público que colmaba el estadio, solicita su permiso: “Ojalá a partir de este momento ustedes me autoricen a seguir cantando a nombre de mi tierra”.

El 31 de marzo de 1984, es recibido por una multitud que lo aclama y lo acompaña, desde el aeropuerto, por todo Montevideo, en una circunstancia que es defida por él mismo como “la experiencia más importante de su vida”, lleno de una emoción profunda de alegría por el rencuentro con su tierra, con los amigos, sus “hermanos”, y la profunda alegría por el regreso a su amado país.

Una vez en su tierra realiza conciertos por todo el país y edita nuevos trabajos discográficos, entre los que presenta la serie “Melodía Larga”, milongas instrumentales para conjunto de guitarras, guitarrón y otros instrumentos de uso típico en el Jazz.

En 1988 edita por primera vez su obra literaria como tal en el libro de cuentos “Por si el recuerdo”, que recopila historias escritas durante sus últimos treinta años.

Su temprano y sorpresivo fallecimiento, en Montevideo, el 17 de enero de 1989, repercutió tan hondamente en el pueblo, en toda la comunidad hispano y latinoamericana, y en otros tantos países, al extremo tal que “el mundo entero fue una limpia e inmensa lágrima”.

Como poeta, integra en sus canciones el sector de mundo que le tocó vivir. Encontró, deshaciéndose, las esquivas palabras que simulan pasiones, historias, fábulas y esperanzas. Encontró, las palabras convenientes, las más precisas para sus descripciones: “Mariposa marrón de madera”; “Puedo enseñarte a volar / pero no seguirte el vuelo”; “Tú no pediste la guerra / Madre tierra, yo lo sé”.

Como músico, componiendo a favor de la guitarra y por milonga, creó un estilo de arreglos “a lo Zitarrosa”, con el sello de su creatividad musical, impuso este género como un estilo popular vivo.

Fue impulsor del concepto de la fusión musical en el uruguay, llegando en su último trabajo discográfico a asimilar desde la milonga al rock, continuando la búsqueda de lo que él mismo definó, en 1969, como un “auténtico jazz del sur”, en base a la milonga.

Hombre de prodigiosa erudición, fue un narrador brillante, quien logró además a través de sus “Fábulas Materialistas” (recopiladas y publicadas en libro, por su familia, en el 2001), una sabrosa mezcla surrealista de ciencia, mito y humor.

Pero en Zitarrosa coexistían, además, los insólitos Diamólogos, el entrevistador agudo en “Marcha”, el locutor que creó toda una escuela del decir radial. No debe olvidarse un lejano trabajo crítico de Alfredo sobre “el cantor alienante y el público alienado”. Allí, este hombre de seductora voz, de presencia imponente en el escenario, alertaba al lector sobre posibles alienaciones ante la “figura” de un artista, ante la aureola de un astro que prácticamente invalidaban toda audición crítica; toda audición que realmente atendiera lo que el artista estaba “dando” sobre el escenario.

Abreviemos: nos enseñaba que siempre debemos oír críticamente al artista.

Su familia, con el apoyo de amigos y personalidades de la cultura, entre otros, en honor a su ejemplo artístico y ético, en la fecha de su nacimiento, el 10 de marzo del 2004, declara la creación de la Fundación que lleva su nombre, para preservar su legado y trabajar, a favor de la cultura, de los valores humanistas e ideales sociales, como lo hizo Zitarrosa, del mismo modo que él los defendió y cantó.

En opinión del poeta Washington Benavides, Zitarrosa es “un hombre renacentista, atento a todo aquello que significa cambiar la vida”. El poeta Saúl Ibargoyen lo define como “un hombre y un artista con la magia de crear Luz de donde sólo hay tinieblas”.


Temas:

01 diez décimas de saludo al pueblo argentino-tema agregado al Album.mp3
02 el violín de becho.mp3
03 milonga más triste.mp3
04 pollera azul de lino.mp3
05 mi tierra en invierno.mp3
06 los hermanos.mp3
07 tanta vida en cuatro versos.mp3
08 la canción quiere.mp3
09 los boliches.mp3
10 tierrita poca.mp3
11 para carla moriana.mp3
12 poeta al sur.mp3
13 maría de las esquinas.mp3
14 defensa del cantor.mp3
15 milonga en do, canto menor.mp3


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También en este Blog:

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Julio Sosa - Selección de sus temas lunfardos




Julio Sosa



Su gran caudal de voz era tan impresionante
que, una vez que lo oí cantar y recitar en un
teatro, lo hacía en medio de la platea y
la orquesta tocaba en el escenario
RBerdi

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Entrevista a José Colángelo
tomada en parte de
Revista CLUB DE TANGO Nro. 37 julio-agosto 1999



En 1961 se produce el gran acontecimiento para su carrera.

- En dicho año me incorporo a la orquesta de Leopoldo Federico y Julio donde
pasé casi cuatro años muy especiales e inolvidables.



Qué significó actuar con Julio Sosa?

- Mucho para mí.

Era estar con la figura más importante del tango en ese momento y,
con una orquesta que tocaba muy bien, inclusive arreglos de avanzada
para la época como los instrumentales
Danzarín, Melancólico, Tango del ángel y Adiós Nonino.


Conocer mi país:

Sosa me enseñó el interior de la Argentina que yo ignoraba por completo y,
además, disfrutar de Sosa y sus interpretaciones que me conmueven hasta hoy.


Qué trato tenía con Julio Sosa?


- Hay varios aspectos:


Fue un compañero ejemplar conmigo y con el resto de los músicos;
Como "patrón" fue uno más.
Como persona no tenía grises:
se lo quería o se lo odiaba.


De Sosa a Troilo!

- Troilo me enseñó a conocer los personajes de Buenos Aires;

Julio Sosa me había enseñado el interior de mi país
y, años después,
Susana Rinaldi me haría descubrir el mundo.


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Temas:
Al mundo le falta un tornillo.mp3
Amurado.mp3
Araca París.mp3
As de cartón.mp3
Cambalache.mp3
Camouflage.mp3
Che papusa oí.mp3
Enfundá la mandolina.mp3
La gayola.mp3
Lloró como una mujer.mp3
Otario que andás penando.mp3
Recordántote.mp3

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Gustavo Santaolalla - 22° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata

Tenia un "misterio", por lo menos para mi,
de como era posible que con la música
que oí, previo al otorgamiento del Oscar,
Santaolalla haya recibido el premio.
La comparaba con la de otros nominados
cuya partituras y orquestaciones eran
de un carácter monumental.
Con las declaraciones que hace en la
presente entrevista el "misterio"
dejo de serlo.

RBerdi




Para Gustavo Santaolalla,

sus Oscar abrieron


otra perspectiva en Hollywood




Por Pedro Fernández Mouján, enviado especial.
Telam


El músico argentino Gustavo Santaolalla que llegó a esta ciudad para recibir un premio honorífico del Festival de Cine aseguró que "fue importante haber ganado estos Oscar porque abrieron otra perspectiva sobre lo que es la banda sonora de una película".

El fundador de Arco Iris, que hace 12 días recibió el Oscar por su trabajo en el filme "Babel", repitiendo el mismo galardón que había obtenido en 2006 por la banda de sonido de "Secreto en la montaña", señaló que "al premiar mis trabajos la Academia reconoció que había otra forma de hacer música de películas".

"Para mí, el primer Oscar por ’Secreto en la montaña’ marcó un antes y un después, porque reconoció que no necesariamente tiene que haber una orquesta sinfónica en una banda de sonido sino que se puede pensar en un corte distinto", remarcó en una charla con la prensa realizada esta tarde en el Hotel Provincial.

El artista añadió que su trabajó marcó "un concepto más minimalista donde, de pronto, un solo instrumento es el que lleva el pulso".

Al mismo tiempo y a pesar del reconocimiento obtenido por su trabajo y la cantidad de proyectos nuevos que maneja para la industria del cine, Santaolalla aseguró no sentirse parte de la maquinaria de Hollywood.

"En la actualidad no me siento parte de la maquinaria hollywoodense porque las películas en las que estoy trabajando no son el arquetipo de Hollywood sino que son de corte independiente y no corresponden a los parámetros habituales de la industria", sostuvo.

En cambio, el guitarrista y cantante que compartió el proyecto "De Ushuaia a La Quiaca" con León Gieco, señaló sentirse sí "parte de un grupo que le está mostrando al mundo una cara interesante de nuestra cultura".

"Es importante que se reconozca el trabajo de toda una serie de artistas latinos en un país como Estados Unidos que mantiene una relación incestuosa con nuestro continente; un país donde la manifestación de la cultura latina es cada vez más explosiva y poderosa", remarcó.

Compositor, intérprete, productor y musicalizador, Santaolalla llegó a Mar del Plata para recibir el Astor de Oro que entrega el Festival de Cine en reconocimiento a su trabajo y trayectoria.

El premio se le otorgará esta tarde en una ceremonia de la que tomarán parte la senadora Cristina Fernández de Kirchner, el vicepresidente de la Nación, Daniel Scioli y el gobernador bonaerense, Felipe Solá.

Luego de los Oscar y un dedicado trabajo en la creación de bandas sonoras de varios años que va desde "Amores perros", pasando por "21 gramos" y "Diarios de motocicleta", Santaolalla se encuentra colaborando en la actualidad en tres nuevos proyectos.

El filme "Things We Lost in the Fire", la primera película de la realizadora danesa Susanne Bier en Estados Unidos, con un elenco encabezado por Halle Berry y Benicio del Toro; y el largometraje del actor Sean Penn "Into the Wild".

Mientras que el año próximo encarará la banda sonora de la cinta "On the road", un filme basado en el emblemático libro homónimo de Jack Kerouc que marcó a toda la generación beatnik, que tendrá producción de Francis Ford Coppola y dirección del brasileño Walter Salles, con quien ya trabajo en "Diarios...".

Resaltando su modo particular de encarar el trabajo, Santaolalla contó que "en Hollywood habitualmente la banda sonora surge una vez que el filme ya está rodado y con pautas muy estrictas, mientras que en mi caso yo compongo desde la historia, el guión y la identificación con los personajes".

"No llego a la película cuando ya hay una primera edición sino que para mí es fundamental conocer la visión del director y a partir de ahí me pongo a crear la música y a tocarla, porque en todos los ’soundtracks’ que hice también toco", remarcó.

En este sentido sostuvo que en el caso de "Secreto en la montaña" toda la música del filme estaba hecha antes de que comenzara el rodaje y que en "Babel" se llegó al plató con el 70 por ciento de la música ya creada.

"Para mí es importante que la música también tenga influencia en el ritmo y el rumbo -consignó- que va a tomar la película por eso lo encaro como una efectiva colaboración artística y no simplemente como la musicalización de escenas".

Además de todos estos proyectos vinculados al cine, Santaolalla se encuentra a punto de comenzar una gira por Europa con su banda Bajo Fondo Tango Club y terminando un disco con esta agrupación.

El creador también tiene pautada la producción artística de las nuevas placas discográficas de Café Tacuba y Juanes.

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