Horacio Fumero
Nació en Cañada Rosquín,
en la provincia de Santa Fe.
---La localidad de Cañada Rosquín se encuentra
en el Departamento San Martín (Santa Fe),
en el centro oeste de la Provincia de Santa Fe,
República Argentina.
Está situada a la vera de la RN 34.
Dista de Capital Federal 449 km, de Rosario 148 km
y de la ciudad capital de la provincia, 128 km
Población de 5.103 habitantes---
Formó un grupo con un amigo llamado León Gieco y se vino a Buenos Aires.
Descubrió el jazz y el jazz lo descubrió a él.
El Gato Barbieri se lo llevó a Montreux, se fue de Suiza a España y allí Teté Montoliú lo escuchó y lo incorporó a su trío.
Cuando llegué a Buenos Aires descubrí a Coltrane y de ahí para atrás y para los costados. Escuchaba a Miles Davis porque tocaba con Coltrane. Escuchaba a Charlie Parker porque tocaba con Davis.”
Después vinieron los estudios de contrabajo en el conservatorio y de armonía con Santiago Giacobbe. “Y tocar con todos los grupos de jazz que se podía, claro. Hacíamos free, bien duro –aclara sin ocultar un leve acento español que se le ha pegado–. Pero estaba bien, esa era la música del momento, era la que se usaba, estaba recién hechita.”
Cuando Barbieri decide contratarlo, tocando el charango, Fumero no sospechaba, en todo caso, que su vida daría un vuelco definitivo. “El Gato era un adelantado. Ese grupo de entonces, con esa mezcla de folklore, jazz coltreneano, sonidos que venían del rock, percusiones increíbles (el percusionista era un joven y aún desconocido Naná Vasconcelos) hoy sería increíblemente moderno. Tendría tanta vigencia ahora como entonces.
” Fue la época de dos discos extraordinarios, Chapter One y Chapter Two.
El contrabajista se quedó en Suiza, fue admitido en el conservatorio de Ginebra, donde estudió seis años, y luego, en sus propias palabras, se aburrió y se fue a Madrid.
Miembro del trío de Montoliú hasta la muerte del pianista.
"El apodo de «Isoca» me lo pusieron para la misma época en que a Gieco lo empezaron a llamar León, por lo de «el rey de los animales». La isoca es una plaga del campo, un bicho de mierda que morfa mucho, algo que yo también hacía", indicó riendo este músico que partió junto a Gieco desde Cañada Rosquín en ese primer viaje a Buenos Aires con el que iniciaron sus respectivas carreras profesionales.
Pese a una trayectoria inabarcable por la cantidad de grabaciones en las que participó junto a distintas figuras, "Isoca" es el primer disco de Horacio Fumero y fue editado por el sello EMI-Sjazz.
En él participan artistas como Horacio Ferrer, Luis Salinas, León Gieco, Adrián Iaies, Pablo Mainetti y músicos internacionales.
Fumero grabó con Iaies en España (este músico argentino fue candidato al Grammy)
“De entrada hubo una buena química, un interés, lo que hace me parece muy interesante y además, claro, no es totalmente desconocido para mí.” Horacio Fumero se refiere al hecho de que el pianista elige tangos (además de algún tema propio) como material para sus improvisaciones.
“Tal vez porque provengo de una generación para la que el tango no era una cosa extraña, pero el hecho es que otro contrabajista por ahí no tendría ni idea acerca de cómo son y para mí ése es un territorio familiar.
Es que para improvisar hay que conocer bien el material. El jazz es un lenguaje muy preciso. Improvisar no es subirse al escenario y ver qué se toca.
Es trabajar de determinada manera alrededor de determinadas pautas.”
Para terminar otra contundente opinión de Fumero:
"El contrabajo era un instrumento desprestigiado porque quienes lo tocaban no se calentaban por estudiarlo.
Cuando tenía 12 años -recordó el músico-, alguien se equivocó (risas) en El Trébol y trajeron a Piazzolla con su quinteto y ahí tocaba Quicho Díaz y me mató.
El me hizo entender que el problema no era el instrumento sino el tipo que lo
toca".
Hemos elegido tres temas de su primer CD: Isoca
Danzarín ( con Luis Salinas)
Libertango (con Horacio Ferrer)
Milonga para Isoca ( con Pablo Mainetti)
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