.
Roberto Firpo
Continuación
En 1913, formó su primera orquesta, y de ese año datan sus éxitos iniciales: "Argañaraz", "Sentimiento criollo", "De pura cepa" y "Marejada".
En el año siguiente, aparecía "Alma de bohemio", un tango donde el aire romántico se hace completamente perceptible y que constituye, sin duda, su obra más célebre.
Otros de sus tangos son "El compinche", "El ahorcado", "Fuegos artificiales" (a medias con Eduardo Arolas), "Didí", "El bisturí", "El amanecer" (el primer ejemplo de música descriptiva en el género), "El gallito", "El rápido", "Vea Vea", "El apronte", "Montevideo", "La carcajada" y muchos otros.
Fue también un apasionado cultor del vals, de los que produjo una gran cantidad, en general con gran repercusión en la época: "Pálida sombra", "Horizonte azul", "Noche calurosa", "Ondas sonoras", "Noches de frío" y otros.
En 1916 le tocó estrenar, en Montevideo, el que se convertiría en el
"tango de los tangos", "La cumparsita", de Gerardo Hernán Matos Rodríguez,
que por entonces era una página de dos partes.
Firpo, a la moda de la Guardia Vieja, le compuso la tercera.
Tiempo después se arrepentiría de no haberlo firmado conjuntamente:
los derechos de "La cumparsita" reportaron millones de pesos.
Con respecto a este tango fundamental, el mismo Firpo recordaba:
«En 1916 yo actuaba en el café La Giralda de Montevideo, cuando un día llegó un señor acompañado de unos quince muchachos -todos estudiantes- para decirme que traían una marchita y querían que yo la arreglara porque pensaban que allí había un tango.
La querían para la noche, porque la necesitaba un muchacho llamado Matos Rodríguez.
En la partitura en dos por cuatro aparecía un poco la primera parte y en la segunda no había nada.
Conseguí un piano y recordé dos tangos míos compuestos en 1906 que no habían tenido ningún éxito: "La gaucha Manuela" y "Curda completa".
Y le puse un poco de cada uno.
A la noche lo toqué con "Bachicha" Deambroggio y "Tito" Roccatagliatta. Fue una apoteosis. A Matos Rodríguez lo pasearon en andas.
Pero el tango se olvidó, su gran éxito comenzó cuando le adosaron la letra de Enrique Maroni y Pascual Contursi».
En más de una oportunidad, debió compartir el escenario con el dúo Gardel-Razzano, además de soportar sus incansables bromas.
Cierta vez, cuando Firpo interpretaba el pasodoble "¡Qué salga el toro!", en el momento en que uno de los integrantes de la orquesta gritaba el título en medio de la interpretación, Carlitos –usando sus índices a modo de cuerno- arremetió contra los músicos que fueron a dar por el suelo.
Más allá de tan terribles bromas, Firpo y Gardel-Razzano grabaron juntos, por única vez, en 1917, el tango fue "El moro", en cuya etiqueta no figuró, extrañamente, el nombre de los cantores, salvo –claro está- como autores. ¿Venganza de Firpo?
No, lo que ocurrió en realidad es que no estaba previsto ningún tipo de vocalización. ¿Qué ocurrió entonces?
Cuenta la anécdota que Gardel y Razzano irrumpieron en la sala de grabación y la broma, en este caso, consistió en cantar la letra del estilo sorprendiendo al maestro Firpo.
La empresa discográfica editó el disco sin modificar la etiqueta del disco.
Armenonville, El tambito, Palais de Glace, Bar Iglesias, L'Abbaye, Teatro Buenos Aires, Teatro Nacional, Salón San Martín –el famoso Rodríguez Peña-, Colonia Italiana, son sólo algunos de los muchísimos sitios por donde deambulaba Firpo con sus conjuntos, primero, y con su orquesta después.
Todos ellos le reportaron fama y dinero. Y más dinero aún a raíz de las grabaciones que le ofrecían como consecuencia del éxito.
En 1930, sorpresivamente abandonó por un tiempo el tango.
Él mismo explicó el motivo a Héctor y Luis Bates:
«Con el dinero que recibí por las grabaciones me sentí ganadero. Todo lo que tenía lo invertí en hacienda. En un año solamente llegué a ganarme un millón de pesos(...)
Después vino aquella tristemente célebre crecida del Paraná que diezmó mi hacienda; quise resarcirme de tanta pérdida e intenté suerte en la bolsa.
Allí perdí todo lo que me quedaba.
Tuve que volver al trabajo de antes, formé mi orquesta y empecé de nuevo.
También volvió a la composición, con un título por demás elocuente: "Honda tristeza".
La trayectoria de Firpo fue extensísima y en no pocas ocasiones retornó al pequeño conjunto, como sus cuartetos de larga permanencia y diversas formaciones –en el primero de ellos, de 1933, ya tocaba Juan Cambareri, "El Mago del Bandoneón"-, o su excelente Quinteto de Antes.
Firpo fue uno de los más grandes músicos del tango, de gran erudición musical no obstante mantenerse dentro de la más pura escuela tradicional del género.
Su labor discográfica es inmensa y seguramente han quedado títulos sin registrar.
Durante la etapa acústica de grabación hizo más de 1650 registros y al final de su carrera, allá por 1959, totaliza una cifra cercana a las 3000 grabaciones.
El 14 de junio de 1969, convertido desde hacía tiempo en una gloria viviente del tango, la vida le marcó el acorde final.
Temas
11. Rodríguez Peña.mp3
12. Olga.mp3
13. Sábado Inglés.mp3
14. El Entrerriano.mp3
15. Champagne Tango.mp3
16. El Aeroplano.mp3
17. El Internado.mp3
18. Lágrimas.mp3
19. La Morocha.mp3
20. Germaine.mp3
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RBerdi_R.Firpo-DLGuardia_Vieja-Vol2.rar
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Roberto Firpo - De La Guardia Vieja - Volumen 1
.
Roberto Firpo
Continuación
En 1913, formó su primera orquesta, y de ese año datan sus éxitos iniciales: "Argañaraz", "Sentimiento criollo", "De pura cepa" y "Marejada".
En el año siguiente, aparecía "Alma de bohemio", un tango donde el aire romántico se hace completamente perceptible y que constituye, sin duda, su obra más célebre.
Otros de sus tangos son "El compinche", "El ahorcado", "Fuegos artificiales" (a medias con Eduardo Arolas), "Didí", "El bisturí", "El amanecer" (el primer ejemplo de música descriptiva en el género), "El gallito", "El rápido", "Vea Vea", "El apronte", "Montevideo", "La carcajada" y muchos otros.
Fue también un apasionado cultor del vals, de los que produjo una gran cantidad, en general con gran repercusión en la época: "Pálida sombra", "Horizonte azul", "Noche calurosa", "Ondas sonoras", "Noches de frío" y otros.
En 1916 le tocó estrenar, en Montevideo, el que se convertiría en el
"tango de los tangos", "La cumparsita", de Gerardo Hernán Matos Rodríguez,
que por entonces era una página de dos partes.
Firpo, a la moda de la Guardia Vieja, le compuso la tercera.
Tiempo después se arrepentiría de no haberlo firmado conjuntamente:
los derechos de "La cumparsita" reportaron millones de pesos.
Con respecto a este tango fundamental, el mismo Firpo recordaba:
«En 1916 yo actuaba en el café La Giralda de Montevideo, cuando un día llegó un señor acompañado de unos quince muchachos -todos estudiantes- para decirme que traían una marchita y querían que yo la arreglara porque pensaban que allí había un tango.
La querían para la noche, porque la necesitaba un muchacho llamado Matos Rodríguez.
En la partitura en dos por cuatro aparecía un poco la primera parte y en la segunda no había nada.
Conseguí un piano y recordé dos tangos míos compuestos en 1906 que no habían tenido ningún éxito: "La gaucha Manuela" y "Curda completa".
Y le puse un poco de cada uno.
A la noche lo toqué con "Bachicha" Deambroggio y "Tito" Roccatagliatta. Fue una apoteosis. A Matos Rodríguez lo pasearon en andas.
Pero el tango se olvidó, su gran éxito comenzó cuando le adosaron la letra de Enrique Maroni y Pascual Contursi».
En más de una oportunidad, debió compartir el escenario con el dúo Gardel-Razzano, además de soportar sus incansables bromas.
Cierta vez, cuando Firpo interpretaba el pasodoble "¡Qué salga el toro!", en el momento en que uno de los integrantes de la orquesta gritaba el título en medio de la interpretación, Carlitos –usando sus índices a modo de cuerno- arremetió contra los músicos que fueron a dar por el suelo.
Más allá de tan terribles bromas, Firpo y Gardel-Razzano grabaron juntos, por única vez, en 1917, el tango fue "El moro", en cuya etiqueta no figuró, extrañamente, el nombre de los cantores, salvo –claro está- como autores. ¿Venganza de Firpo?
No, lo que ocurrió en realidad es que no estaba previsto ningún tipo de vocalización. ¿Qué ocurrió entonces?
Cuenta la anécdota que Gardel y Razzano irrumpieron en la sala de grabación y la broma, en este caso, consistió en cantar la letra del estilo sorprendiendo al maestro Firpo.
La empresa discográfica editó el disco sin modificar la etiqueta del disco.
Armenonville, El tambito, Palais de Glace, Bar Iglesias, L'Abbaye, Teatro Buenos Aires, Teatro Nacional, Salón San Martín –el famoso Rodríguez Peña-, Colonia Italiana, son sólo algunos de los muchísimos sitios por donde deambulaba Firpo con sus conjuntos, primero, y con su orquesta después.
Todos ellos le reportaron fama y dinero. Y más dinero aún a raíz de las grabaciones que le ofrecían como consecuencia del éxito.
En 1930, sorpresivamente abandonó por un tiempo el tango.
Él mismo explicó el motivo a Héctor y Luis Bates:
«Con el dinero que recibí por las grabaciones me sentí ganadero. Todo lo que tenía lo invertí en hacienda. En un año solamente llegué a ganarme un millón de pesos(...)
Después vino aquella tristemente célebre crecida del Paraná que diezmó mi hacienda; quise resarcirme de tanta pérdida e intenté suerte en la bolsa.
Allí perdí todo lo que me quedaba.
Tuve que volver al trabajo de antes, formé mi orquesta y empecé de nuevo.
También volvió a la composición, con un título por demás elocuente: "Honda tristeza".
La trayectoria de Firpo fue extensísima y en no pocas ocasiones retornó al pequeño conjunto, como sus cuartetos de larga permanencia y diversas formaciones –en el primero de ellos, de 1933, ya tocaba Juan Cambareri, "El Mago del Bandoneón"-, o su excelente Quinteto de Antes.
Firpo fue uno de los más grandes músicos del tango, de gran erudición musical no obstante mantenerse dentro de la más pura escuela tradicional del género.
Su labor discográfica es inmensa y seguramente han quedado títulos sin registrar.
Durante la etapa acústica de grabación hizo más de 1650 registros y al final de su carrera, allá por 1959, totaliza una cifra cercana a las 3000 grabaciones.
El 14 de junio de 1969, convertido desde hacía tiempo en una gloria viviente del tango, la vida le marcó el acorde final.
Temas
11. Rodríguez Peña.mp3
12. Olga.mp3
13. Sábado Inglés.mp3
14. El Entrerriano.mp3
15. Champagne Tango.mp3
16. El Aeroplano.mp3
17. El Internado.mp3
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19. La Morocha.mp3
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