.
Pedro Ignacio Calderón,
el patriarca de los directores
El director de la Sinfónica Nacional
dirigirá hoy a la orquesta de Córdoba.
Santiago Giordano
De nuestra Redacción
Por su trayectoria, sostenida en una sólida personalidad artística, Pedro Ignacio Calderón podría considerarse el patriarca de los directores argentinos.
"Tal vez el más antiguo", bromea el maestro que hoy a las 21.30 en el Teatro del Libertador (Vélez Sársfield 365), estará una vez más al frente de la Orquesta Sinfónica de Córdoba.
La obertura de El holandés errante de Wagner, el Concierto para guitarra y orquesta Op. 99 de Mario Castelnuovo Tedesco -con Pablo De Giusto como solista- y la Sinfonía nº 6 Op. 60 de Antonin Dvorak, conformarán un programa "centrado en el tardo romanticismo y los primeros años del siglo 20", según explica Calderón, que antes de un ensayo conversó con La Voz del Interior.
-¿Qué características constantes destacaría de la Orquesta Sinfónica de Córdoba? -Es difícil definir algo así. Las orquestas varían según sus integrantes y, sobre todo en el interior, se dan con frecuencia casos de músicos que emigran en busca de algo mejor. Esta orquesta la conozco desde hace 40 años y puedo decir que en los últimos 15 me sorprendió por su capacidad para aprender los programas con rapidez. Esa es una característica que se acrecentó últimamente y que le da una impronta profesional. Este es un programa delicado, con obras que la orquesta no había hecho antes y sin embargo las estamos montando con gran rapidez. Esto habla muy bien de la orquesta y también por eso es un gusto trabajar con ella. -El programa incluye obras poco frecuentadas... -El de Castelnuovo Tedesco es uno de los conciertos clásicos del repertorio para guitarra. Pese a que se trata un compositor del siglo 20, su estructura es neoclásica, con gusto una manera melódica bien italiana, resuelto con muy buen gusto. Además logra un gran equilibrio entre solista y orquesta. -¿Y la "Sexta" de Dvorak? -Es una obra que se ejecuta muy poco, la orquesta no la tiene en repertorio y según me cuentan, los más viejos no se acuerdan de haberla tocado alguna vez. También para mí es la primera vez y me alegra poder agregar una obra más a mi repertorio y al de la orquesta. La "Sexta" es una obra representativa del período maduro de Dvorak, con su recurrencia a los ritmos folklóricos de la música checa, además de reflejar su gran admiración por Brahms.
-¿Cómo ve las nuevas generaciones de directores?
-La manera de ser y de actuar del director es muy solitaria. De modo que es difícil que participen de una tendencia, por eso lo que marca al director es su formación. Más allá de eso depende qué calidad de orquesta comenzó a dirigir, en qué ámbito y con qué tradiciones culturales estuvo ligado. El resto es personalidad.
.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario