Hugo Gregorutti
Latinoamérica valora en José Bragato, virtuoso músico de origen italiano, el rescate de la música nacional clásica y popular y su ayuda desinteresada para difundir el cancionero folclórico, por ejemplo, regalando partituras a jóvenes melodistas.
Mantuvo estrecha vinculación con Astor Piazzolla, Alberto Ginastera, entre otros ilustres.
Bragato nació en Udine (Venecia Giulia) el 12 de octubre de 1915, entre ebanistas y músicos.
Un hobby encabezado por su padre Enrico, flautista de vocación, el inefable Nonno de la numerosa familia, que en 1928 se vino a la Argentina.
Asentaron sus reales en el barrio de Saavedra, donde la gran inundación del año 1930 puso a prueba su temple, ya que prácticamente perdieron todo, piano incluido.
CENTRO DE REUNIÓN.
En 1937 inició su carrera profesional, y con el tiempo, el lugar de encuentro fue la casa donde actualmente reside su hija, Elsa Bragato -profesora en letras, periodista y ejecutante del violoncello-, que cuenta historias de vida.
“Nuestra casa era el sitio donde se reunían Astor Piazzolla, mi padre y cuanto músico llegase a estas tierras”, afirma Elsa y agrega:
“Allí Astor probaba sonidos, acordes, intercambiaba ideas con mi padre y, seguramente, debieron surgir muchos de los cambios en el tango que ya bullían en su cabeza.
Se hablaba del nuevo tango y del lío que iban a armar. Allí pergeñaron el Octeto Buenos Aires, un tango para escuchar, de vanguardia, diferente, como contrapartida al tango bailado.
Era un lugar sagrado donde sólo mi madre tenía acceso para servir su rico café a la italiana”.
Sintetizando aquella idea de avanzada, Elsa Bragato define:
“Si lo analizamos a la distancia, no se equivocaron en la locura del Octeto Buenos Aires; hoy coexisten el tango bailado y el de cámara. En ambos casos, siempre deleitan.
Y, como paradoja, Julio Bocca suele coreografiar y bailar los tangos de Piazzolla”.
SOLICITADO.
Mientras cundían esas ideas reformistas, José Bragato tocaba violoncello en las orquestas del Teatro Colón, la de Canal 13 (fue cofundador), en el Primer Cuarteto de Cámara del Tango Leo Lipesker y como director de las estables de radios Del Estado y Belgrano, entre varias más.
Fue solista de la Filarmónica de Buenos Aires e integró orquestas relevantes de tango, como Francini-Pontier, Fresedo y tantos otros directores que lo requerían para las grabaciones (Troilo y Stampone, entre ellos), por ser prácticamente irreemplazable en dicho instrumento.
Ante tal virtuosismo, las típicas de entonces dieron identidad al cellista, como solista a la par del violín, a partir del surgimiento de José Bragato como primero y notable ejecutante.
RELACIONES.
Paralelamente, se vinculó con músicos populares argentinos y paraguayos, constituyéndose en un gran difusor de los géneros regionales.
Aunó a esas actividades la de compositor; también fue cellista de los mejores cuartetos de cámara del país y del afamado Cuarteto Pessina, considerado la quinta esencia de la música de cámara latinoamericana.
Folcloristas argentinos como Sergio Villar, Andrés Chazarreta y Montbrúm Ocampo le deben a José Bragato muchas de sus partituras, con las cuales pudieron registrar sus melodías.
Además, nunca dejó de escribir, de participar de cuanto evento cultural musical hubiera en Buenos Aires y de recorrer el mundo, llegando a la Unión Soviética con el tango.
PIAZZOLLIANO.
Al armar en 1954 el Octeto Buenos Aires, que revolucionó el tango, José Bragato se constituyó en un fervoroso admirador y gran amigo de Piazzolla, cerrando la parábola de vida del famoso bandoneonista en 1989, cuando pasó a formar el SexTet Tango, última agrupación de Astor.
El hijo del compositor, Daniel Piazzolla, así lo recuerda:
“Mi viejo y José vivieron una de las más bellas amistades musicales que uno tenga idea. Muchísimas veces discutieron, como tanos que eran, tal vez por un puntillo, una corchea o un silencio mal puesto. Pero fueron leales el uno con el otro. Como hermanos. Y cuando sabía que estaba cerca su final, le dijo a Bragato que transportara todas las composiciones porque iba a armar el SexTet y lo quería a él en lugar del violín”.
Hay un memorable programa grabado en la BBC de Londres, donde Piazzolla une el sonido de su bandoneón con el violoncello de José Bragato, en su bellísima melodía Adiós Nonino.
INFLUENCIA.
Elsa Bragato cuenta que el temperamento arrollador de Piazzolla trastocó para siempre la vida de la familia, así como la trayectoria de su padre, quien prefirió seguir el rumbo nuevo de ese tango. Y se dedicó a recuperar las melodías del autor de Balada para un loco, y a transformarlas en obras para tríos y dúos, contribuyendo como nadie a la difusión de esa música.
Piazzolla le dedicó el tema Bragatísimo, grabado por el autor y el cellista con el Nuevo Octeto, en Montevideo.
ENTRE FAMOSOS.
Desde 1983 José Bragato está al frente del archivo de Música de Cámara Popular y Culta de Sadaic. Ha recopilado más de 3000 obras de compositores argentinos, que difunde entregando partituras en forma gratuita. Un servicio social a la comunidad argentina y al mundo.Sus últimas actuaciones como cellista fueron a los 81 años, siendo solista de la Orquesta de Tango Juan de Dios Filiberto, en tanto que su último solo internacional lo hizo en el Radio City de Nueva York, integrando la orquesta de Atilio Stampone, con el ballet de Julio Bocca.
Superó el récord del gran Pablo Casals, que solo retomó el cello a los 80 años como gratitud, ante un agasajo de las Naciones Unidas poco antes de morir.
En su vinculación con grandes violoncellistas internacionales conoció a Yo Yo Ma, a quien le hizo escuchar los temas de Piazzolla. Y fue así como el descendiente chino llegó a Soul of Tango (Alma de Tango), donde agradeció la desinteresada colaboración del maestro Bragato.
A su vez, Cristine Walevska, también radicada en Nueva York, se relacionó con su colega argentino, quien le dedicó Milontan, incluido con otros temas de Bragato en sus actuaciones en el Carnegie Hall.
ACTIVA VEJEZ.
Ya pasados los 90 años, José Bragato continúa con su actividad de compositor y arreglador, valorizado en el ámbito cultural como uno de los grandes de la música ciudadana en Europa y Estados Unidos, donde se graban sus tangos clásicos y sus arreglos para conjuntos de cámara.
La editorial Tonos de Alemania, gestionó en Buenos Aires en el 2001 sus obras y arreglos, dada la circulación que tenían en Europa.
Su obra Graciela y Buenos Aires forma parte de la literatura musical del violoncello en Universidades alemanas y de otros países.La producción del maestro José Bragato da para mucho más. Su vida ha sido diversa, rica, intensa, constante, conservando siempre su perfil bajo.
Quizás esta sea una de las razones por las que no ha trascendido en su propia tierra, en la medida que sí lo ha conseguido en buena parte del mundo.
Para destacar
Reconocimiento: Durante su forzado exilio en Porto Alegre, José Bragato integró conjuntos de cámara de la Universidad de Natal, donde se le dio un título honorífico (similar al de Doctor Honoris Causae) por su aporte a la cultura de Brasil.
En 1999, Sadaic le otorgó el premio Francisco Canaro a la Trayectoria.
Similar reconocimiento le brindó ese año el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
También ha recibido el premio Astor Piazzolla y ha sido distinguido como referente exclusivo de la vanguardia del tango junto con Atilio Stampone.
En el año 2002, el Cuarteto Amazonia de Brasil, ganó el premio Grammy al mejor CD de música clásica, denominado Adiós Nonino, y todos los arreglos son de José Bragato.
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