Dr. Francisco Bénard - La Cultura Que Mata a la Cultura

La Dama de Bollini

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Dr. Francisco Bénard

- La Cultura Que Mata a la Cultura

www.periodismodeverdad.com.ar
San Miguel de Tucumán
14 de Julio de 2007

Acabo de terminar un libro titulado “Las calles del país”.
Cada calle como todos saben tiene su encanto y su historia.
Es el orgullo de los vecinos del lugar y lo digo por experiencia propia, recorriendo la ciudad acompañado con por un fotógrafo. Los sueños se diluyen a veces y se cae en una profunda tristeza al verificar algunos hechos de la realidad.

Por el Dr. Francisco Bénard
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¿Sería o no criminal que algún día las autoridades del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires demolieran barrios como la Boca o San Telmo para dar lugar a rascacielos en lugar de conservar esas bellísimas casas coloniales con sus pasillos y tesoros guardados en algunos sótanos y/o interiores?
Por supuesto que estaríamos de acuerdo en que no. Orgullosos de nuestra ciudad así podemos mostrar lugares como San Telmo, la Boca, la Recoleta,etc.
Es cierto que la modernidad llega a la ciudad y hay que hacer algunas adaptaciones. Los frentes de las casas se conservan y es un aspecto muy positivo. Podríamos destacar también al pasaje de “Bollini” de solo dos cuadras en Palermo. Un bellísimo lugar donde se encuentra el “restaurante o café la “Dama de Bollini”
Recorrí un día la calle Tucumán con un fotógrafo y me encontré con la casa donde nació el gran poeta que tuvo la Argentina en el Siglo XX, Jorge Luis Borges, reconocido escritor argentino en el mundo entero.
Allí en la calle Tucumán 846 nació Jorge Luis Borges un 24 de agosto de 1899. Nacía “uno de los mas grandes escritores del Siglo XX”. El sitio fue declarado de interés cultural por el Honorable Consejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires.
Casi presagiando lo que podría ocurrir el fotógrafo tomó varias fotografías del frente del edificio. Hoy la casa ha sido demolida. La cultura moderna ha cometido un crimen contra la cultura. Borges se fue de la Argentina para morir en Suiza. ¿Tendría o no razón? Creo que si él hubiera sido testigo de lo que he mencionado habría decidido nuevamente morir en Suiza como efectivamente ocurrió.
Es la misma cultura que permite que se roben el reloj de Belgrano.
Es la misma cultura que nos permite ver estatuas del General San Martín pintarrajeadas con aerosol.
Hay una cultura que hace que grandes hombres emigren de la Argentina. Es la cultura que hizo que muchos de nuestros próceres eligieran el camino del exilio para morir.

Es hora que las clases en las escuelas sean prácticas. Deben llevarse a nuestros niños a ellas y mostrarles con todos esos ejemplos que es lo que no se debe hacer para así poder construir la cultura del respeto entre todos los argentinos.
Dr. Francisco Bénard Abogado y Escritor
francisco_benard@fibertel.com
pancho1947@gmail.com

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El malevaje extrañado...
Los pasajes porteños, que en sus primeros tiempos fueron habitados por personas de pocos recursos o utilizados para la instalación de grandes inquilinatos y conventillos, están dispersos a lo largo y ancho de la ciudad y con tiempo y paciencia es posible hallarlos en inesperados rincones de Palermo, Belgrano, Núñez, Constitución, Parque Patricios y Pompeya.

A pesar de su marginación, y mucho después de sus humildes orígenes, estos bellos recovecos se fueron transformando con el paso del tiempo en los sitios favoritos de varios artistas o gente que quería vivir en un lugar especial y distinto o abrir locales extravagantes o exclusivos.
Tal es el caso del legendario Pasaje Bollini, cuya memoria encierra en sus dos cuadras de espaldas al Hospital Rivadavia –desde Pacheco de Melo al 2800 hasta la misma altura de French– tanto míticas historias de cuchilleros como interminables noches de música y diversión a fines de los años 80.
Jorge Luis Borges recreó esas antiguas historias de malevos en su libro Evaristo Carriego y también homenajeó al pasaje en su poema “La Cortada Bollini”.

Actualmente, además de cenar o almorzar en algunos de los restaurantes que lo rodean, se pueden pasar muy buenos momentos en el elegante café La Dama de Bollini, donde se organizan encuentros poéticos, recitales de boleros, tango o jazz y muestras de plástica y pintura
Por Leonardo Larini

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