Dino Saluzzi - Pasión Musical Sin Fronteras

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Dino Saluzzi





Pasión musical sin fronteras
Juan Fernando Merino/edlp
http://www.eldiariony.com/noticias/detail.aspx?section=38&desc=ARTE%20Y%20CULTURA&id=1617773

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Nueva York

— ¿Jazz? ¿Tango? ¿Una vertiente clásica? ¿Un toque de blues o de músicas del mundo? ¿Una arista de música de cámara?

Todo ello se puede detectar en la música reciente del renombrado y temperamental bandoneonista y compositor argentino Dino Saluzzi, sobre todo en un trabajo como ‘Ojos Negos’, que próximamente presentará en Nueva York durante un único concierto el 24 de abril en Merkin Concert Hall, a su vez parte de una casi inusitada gira por Estados Unidos...

Y es que se trata de una música casi inclasificable, que en esta ocasión Saluzzi ha grabado a dúo con la virtuosa alemana del chelo Anja Lechner.

¿Pero entonces dónde clasificar este trabajo?

“¡En ninguna parte!”, nos responde Saluzzi con una risotada que parece resonar desde su residencia en Buenos Aires hasta la sala de redacción de EL DIARIO/LA PRENSA y a todo lo largo del hilo telefónico.

“¿Y es que para qué clasificar?

Si la clasificación sólo promueve el estatismo. A veces las personas creen que a través de la clasificación de la música, del arte, se entendería mejor. Yo creo al contrario que cuando se clasifica la música y el arte, se saca el misterio de la intuición, de lo espontáneo”.

Precisamente ese territorio de la intuición de lo espontáneo, está muy presente en el trabajo de “Ojos Negros”.

El maestro está de acuerdo:

“Sí, yo creo que se trata de un trabajo en el que el instinto no se ve agredido, un territorio en el cual las clasificaciones están ausentes”.
Sobre el génesis del álbum nos dice que se trata de una colaboración casi espontánea con la célebre Lechner:

“Habíamos tocado muchas veces juntos y siempre decíamos que deberíamos hacer un disco juntos para ver cómo sonaba... Hasta que un día lo hicimos”.

¿Y cómo suena?

Un paseo por muchos registros y vertientes, ya lo dijimos, pero también como una presencia musical enorme al acecho, latente ... esperando para saltar, sin necesidad de despliegues de vigor instrumental.

“Lo que pasa es que el trabajo no tiene demasiada demostración de músculo o de fuerza. Está más bien apegado a una especie de nostalgia, de un momento que hemos vivido en que todo era más armónico... Sin presencia de agresividad. Como andar desnudo por la calle”.


juan.merino@eldiariony.com

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Saluzzi para principiantes

Este legendario bandoneonista y compositor es hijo del popular instrumentalista y también compositor Cayetano Saluzzi, y tocaba el bandoneón desde su niñez.
Además de su padre, recibió influencias de músicos salteños como Cuchi Leguizamón.

Desde su juventud, Saluzzi vivió en Buenos Aires, tocando en la Orquesta de Radio El Mundo.

Se ganaba la vida en orquestas, haciendo pequeños ingresos en ensambles de jazz, incluyendo un breve paso por el grupo del Gato Barbieri, desarrollando un personal estilo que hizo que fuera líder bandoneonista del folclore argentino músico avant-garde, especialmente con Ástor Piazzolla.

En los 1970s tocó el bandoneón en el megahit de León Gieco “Sólo le pido a Dios”.

Muchos artistas han colaborado con Saluzzi, como es el caso de Charlie Haden, Charlie Mariano, Palle Danielsson y Al Di Meola.

En 1991, grabó un álbum con sus hermanos Félix y Celso y su hijo José María en guitarra, comenzando un “proyecto familiar”.

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